LAS
CRISIS ORGÁNICAS Y EL NUEVO SISTEMA HEGEMÓNICO
Pero
si bien es cierto que, por todo lo antes mencionado, el grupo hegemónico emplea
múltiples mecanismos para perpetuarse allí, Gramsci planteó la posibilidad de
que ese grupo pueda caer y establecerse otro con distintas características en
su lugar. No podía ser distinta la concepción para un fervoroso comunista,
quienes saben que la teoría depende necesariamente de la práctica.
Según
Gramsci, para la conformación de un nuevo bloque histórico serían condiciones
necesarias dos cuestiones elementales, la primera de ellas sería la irrupción
de una crisis orgánica en el bloque histórico; y la segunda condición, la
creación de un sistema hegemónico que agrupe a las clases subalternas. De esta
manera, estarían dadas las condiciones fundamentales para que el bloque
histórico pueda fracturarse y terminar con la llegada de uno nuevo, así como
sólo puede servir como una forma de dañar momentáneamente al mismo.
Aquí
es donde entran en juego las crisis orgánicas. Éstas son la manifestación por
excelencia de la fragilidad en la que pueden encontrarse las clases dominantes.
Las crisis orgánicas pueden ser suscitadas por las clases subalternas
(organizadas o no); o por el fracaso político de la clase dirigente. Si la
crisis es “espontánea” y las clases subalternas no están organizadas, la clase
dominante retomará el poder, y es en base a esto por una de las principales
cuestiones por las que Gramsci cargará las tintas en la conformación de un
partido (comunista) fuerte y organizado. El Argentinazo del año 2001 nos dio sobradas
cuentas de lo acertado del diagnóstico de Gramsci para entender este tipo de
crisis y las resoluciones que éstas pueden tener.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario